martes, 24 de mayo de 2011

Prototipos del narcotráfico en colombia

Pablo Escobar, un hombre de clase baja que empezó su actividad robando autos. La gente sabia que era un asesino pero veía en él, el prototipo de un ascenso social, de alguien que era capas de desafiar los poderes de las clases ricas. Y por supuesto él era generoso con su pueblo, le regalaba el carrito, la casa, el estadio... pero sobretodo la gente lo quería por que en él reconocían sus orígenes humildes. Pablo Escobar Gaviria era una persona muy sagaz. Con una mentalidad de revanchismo social. Para él la plata, viniera de donde viniera, era la forma de ganar estatus, por eso cuando en la revista Forbes salió como uno de los más ricos, pero que había personas que tenían mas que él, su orgullo luchó por tener cada vez más. Tuvo la fortuna de morir rico pero dejando una gran estela de muertes y de odios. Mezclo la delincuencia con las obras sociales al igual que muchos otros capos, con esto ganaba protección por parte de la comunidad; hizo 2000 casas, un hospital y varios estadios, compro un equipo de fútbol y regalo plata a la gente; compro la margen derecha del río Magdalena, apoderándose de la mejor tierra de Colombia; era dueño de la finca “hacienda Nápoles” donde coleccionaba jirafas, hipopótamos y elefantes. Para 1980 ya era uno de los hombres más adinerados. Llego a ser representante suplente de la cámara, la constitución de 1991 sufrió enmiendas virtualmente dictadas por él; se opuso radicalmente a la extradición (antes una tumba colombiana que una cárcel en los Estados Unidos). Si había que matar a alguien lo hacia; coloco bombas en Bogotá; pagaba 2000 ó 3000 dólares por policía según el rango; secuestró a Andrés Pastrana; y como uno de sus tantos actos de violencia torturo a un joven policía de una manera inhumana. Se dice que por eso el día en que le metieron bala al ser agarrado en un techo de Medellín (diciembre de 1993), pertenecientes a la policía y demas, sintieron gran tranquilidad. Su estilo era el de combinar el terror con un modelo de reinserción social, semejante al de Robin Hood: haciendo daño pero repartiendo entre los pobres, lo que lo convirtió en un mito. Fue lo suficientemente poderoso, negoció su entrega, incluyendo la construcción de la cárcel de Envigado y luego se fugo por la puerta principal. El estado colombiano le hizo concesiones, como la imposición de penas leves y la no extradición.
Gonzalo Rodríguez Gacha, era el campesino pobre que se inicio como matarife. Al igual que Escobar, él tenía el respaldo de su pueblo. Perteneció al cartel de Medellín; manejaba la zona central del país, su aporte a la organización fue el más terrible: era el jefe militar y la cabeza de la mayoría de los atentados terroristas del cartel contra el estado. Era apodado “el Mexicano”. Fue el típico campesino nuevo rico, antiguo matarife y por eso uso su fortuna para comprar tierras. Más que la coca a él le gustaba era la tierra y por eso compro un montón de fincas, buen ganado y buenos caballos. Por problemas con la guerrilla financio la creación de grupos paramilitares que eran como el “sicariato” del campo. Murió en 1988 pero poco antes se supo que una oficina en Bogotá le manejaba 77 empresas agroindustriales, ganaderas, constructoras y de inversiones en equipos de fútbol. Gacha compró la margen izquierda del río Magdalena. Su característica principal fue la violencia y el temor que infundía en sus colaboradores, su estilo era el de usar la fuerza bruta, por eso a la mafia Colombiana y en particular a la de Medellín nadie la engañaba. Para todo narcotraficante su familia y seres queridos estan primero, se dice que su captura se produjo cuando le fueron rastreadas las llamadas que hizo para liberar a su hijo. Tuvo una muerte violenta y de las más recordadas. Aunque al igual que de Escobar, de él se dice que aun sigue vivo.
Carlos Lehder Rivas, oriundo de Quindío; Vivió con la guerrilla cuando era perseguido por el grupo de antinarcóticos de la policía nacional; tuvo un periódico propio llamado Quindío Libre de donde él era editor y un partido político en el Quindío con el nombre de “Movimiento Cívico-Latino Nacional”. Les regalaba patines modernos a las niñas de Armenia y otros pueblos del Quindío. En el terremoto de Popayán viajó con sus lugartenientes para regalar dólares y mercados, al igual que la mayoría de los mafiosos buscó siempre favorecer a su pueblo, el cual los apoya, protege y les es leal. La mayoría de los narcotraficantes de los 80 y 90 eran excéntricos y derrochadores del lujo en sus viviendas, vehículos y fincas. Lehder no se quedaba atrás construyendo lugares para llevar a sus niñas; para eso edificó en las afueras de Armenia un complejo residencial de lujo con todo y pesebreras, la bautizó “La Posada Alemana”. Tenia un busto de Lennon y la discografía completa de los Beatles. Su padre era alemán y murió avergonzado por la conducta de su hijo. Lehder era lugarteniente del cartel de Medellín y manejaba el Quindío y los Santanderes; era el enlace clave para los envíos de coca desde Bahamas, mas específicamente desde el Cayo Norman, un archipiélago de las Bahamas utilizado como refugio turístico pero que jugaba en realidad un papel determinante como catapulta de la droga hacia las costas de Florida, de este cayo figuraba como propietario Lehder. Cuando cerro campaña, en la época del Movimiento Latino Nacional, hizo una manifestación en la plaza de Bolívar de Armenia y la llenó, según dicen, porque rifaría una casa entre los asistentes y porque daba una caja de arroz chino a cada persona que viniera. Después de su desaparición un hombre fue a decirle a la policía que como podría hacer para cobrarle a Lehder una cuenta de diez mil arroces chinos. Hay cartas dirigidas a Lehder en las que las madres ofrecían a sus hijas a cambio de que les dieran una ayuda económica. Pregonaba que la exportación de la cocaína a EEUU era una manera de luchar contra el imperialismo. Era dueño de la empresa Internacional Durch Ressources, fundada en Hamburgo, pero con domicilio fiscal en las islas Bahamas. Fue extraditado a Florida en 1987, donde iba a ser enjuiciado, condenado y encarcelado en la prisión de Jacksonville, al parecer negocio con las autoridades y no se sabe aun de su paradero.
Los hermanos Rodríguez Orejuela, pertenecientes al Cartel de Cali. Querían pasar inadvertidos, a diferencia de los paisas del Cartel de Medellín; preferían actuar con sutileza y manejarlo todo con hilos invisibles que les permitieran penetrar a varios estamentos de la sociedad, pero sin aspirar a suplantarlos. Sobre todo después del final violento que tuvieron Escobar y Rodríguez Gacha. Pero ellos también mezclaron revanchismo social con la ayuda a los necesitados. Abrieron farmacias La Rebaja, por que consideraban que vendiendo droga barata podían ayudar al pueblo. Producían los medicamentos, muchos con licencia norteamericana y de otros países, y luego los distribuían a bajo precio. Eran más finos, más inteligentes en su forma de actuar y eran jerárquicos en el cartel. Se crearon el mito de invencibles e impenetrables, así no fuese verdad. Su estilo fue el del abandono del terror buscando una forma de reinserción social a partir de la industria y la creación de empleos. Drogas La Rebaja llegó a generar 7.000 empleos directos. No llegaron a tener voceros políticos propios pero si “alquilados”, y fue cuando metieron lo que hoy se conoce como proceso 8.000. Sus hijos estudiaron en Estados Unidos. Buscaron convencer a los colombianos de que, en contraste con Pablo Escobar, ellos eran una especie de delincuentes decentes, y por lo tanto asumir el costo de combatirlos no era fácil. Decían que la policía en su lucha, convertiría a Cali en un nuevo Medellín, es decir en un escenario de una nueva guerra narcoterrorista. Los Rodríguez impartieron a sus familiares y empleados, instrucciones jurídicas muy precisas sobre los requisitos legales para hacer un allanamiento. Otra de sus grandes cualidades fue la de la contrainteligencia, en la cual usaron compañías de taxis. Descubrieron que el taxista era una fuente de información natural con muy poco riesgo de ser detectada; compraron taxis y los dieron a los conductores para que los pagaran en cuotas de 60 meses sin intereses; además les ofrecían talleres gratis; tenían beeper, radio de comunicaciones y celular, lo cual no era muy difundido por esa época. En una oportunidad dos taxis se estrellaron para evitar que el Bloque de Búsqueda los siguiera. Esta información fue dada a la policía por una persona que había sido inyectada con un medicamento letal dado por ellos por que lo consideraban traidor. Cuando Gilberto Rodríguez llego a la cárcel, su esposa se demoró en llevarle como dos meses la cobija para la alergia, por que el día de la captura estaba con su amante. En 1986 España repatrió a Gilberto, preso en Madrid desde 1984.
José Santa Cruz Londoño, “don Chepe” controlaba el cartel de Cali. Fue figura protagónica cuando el cartel impulsó la presencia de la heroína colombiana en EEUU. Ayudaba a la sociedad construyendo edificios. Le gustaban más los ladrillos que la coca, creo yo. Construyo mas o menos unos mil apartamentos además de las excéntricas replicas que hizo de la Casa Blanca o el Club Colombia en Cali, luego de que no lo admitieran como socio.
En el fondo muchos narcos, tenian mucha sensibilidad social, aunque no lo aparentaran cuando dañaban a otros con lo que a ellos les favorecía.
Cada narcotraficante es diferente al otro, pero casi todos coincidían en el gusto por las mujeres bonitas, sean reinas, modelos o estudiantes en general. Para obtenerlas usan todos los intermediarios imaginables. Con sus dólares compran la voluntad de cualquier persona. Por ejemplo, en Guaymaral, Leonidas Vargas tenía en una de las habitaciones de su casa una mesa que en un principio creyeron que era una mesa para partos, pero después supieron que era un sillón francés para hacer posiciones sexuales. La mujer juega un papel muy importante por que ella tiene un instinto más desarrollado para saber que es bueno o que es malo. En la mafia todos aceptaban tener varias mujeres, no hay celos, y si los hay deben aguantárselos porque saben que cuando se entra a formar parte de la estructura de la mafia, ahí cosas que se deben sacrificar, ya sea por la plata o por amor (aunque esto ultimo no es muy común). La mujer que estuvo con un mafioso no se puede ir con otro mafioso, esto es imperdonable. El amor materno también se acentúa en ellos, en Medellín dicen: “Mamá hay una sola y santa. Papá puede ser cualquier hijueputa”. Muchos hacían plata y morían, pero lo que les importaba era que su mamá quedara bien. Aunque en cuestión de gustos no hay disgustos, para algunos eran más que excéntricos los combinados y las pinturas que se veían en apartamentos de asta 450 metros pertenecientes a narcos. Tenían a veces obras originales de importantes artistas pero la decoración hecha al gusto de ellos los delataba.
La diferencia entre el Cartel de Cali y el de Medellín es que los cercanos a Escobar eran asesinos igual que él. Los de Rodríguez Orejuela, en cambio, eran gente más instruida con un nivel de cultura mas alto, pero de todas formas tenían las mismas pretensiones, pues no hay narcotráfico sin sicarios. Aun así el Cartel de Cali actuó con más sutileza mientras no encontró mayor resistencia, pero cuando empezó a ver que actuaban en su contra, declaró la guerra, no con bombas, como el cartel de Medellín, sino a su manera (desprestigiando, comprando, amenazando...).
Hernando Gómez Buendía, analista político, dijo “los colombianos tenemos un dilema: estar a favor del imperio y la moral con la guerra contra la exportación de drogas o situarnos del lado de la corrupción y la patria”
Leonardo Sciascia dice: “la mafia es un capitalismo ilegal, mientras que el capitalismo es una mafia legal”

LA MAFIA DEL NARCOTRAFICO

Cuando se habla de organizaciones de tipo mafioso se refiere a los grupos que en tanto producen acumulación y riqueza a partir de la producción de cocaína, manejan el mismo esquema de la economía legal en sus empresas ilegales.
Los carteles tienen origen en la familia siciliana al imitar su forma de protección y búsqueda de un Estado paralelo. En la mafia los lasos familiares son fundamentales y deben ser netamente leales. Saben que si cae uno, no se puede llevar a los demas, o si no quienes sufren son sus seres queridos.
La mafia del narcotráfico en Colombia se sintió en tres etapas. La primera se dio cuando la marihuana llegó a la Costa Atlántica, se desarrollo a nivel regional quedándose en la Guajira, en el Cesar y en Magdalena, sin alcanzar al interior del país. Pero esto ya empezaba a marcar la vida de los guajiros, así lo describe el general retirado Rosso José Serrano en su libro JAQUE MATE


lunes, 23 de mayo de 2011

EFECTOS ECONOMICOS DEL NARCOTRAFICO

No pocos analistas consideran que la evolución, en general, aceptable de la economía colombiana en los últimos
tiempos, el equilibrio de sus cuentas externas, la estabilidad cambiaria y la fortaleza de sus reservas internacionales se
deben, fundamentalmente, a los ingresos del narcotráfico. Desde esta perspectiva, la eliminación de tales recursos
originaría un verdadero caos económico.
En los años ochenta casi todas las economías latinoamericanas perdieron dinamismo y algunas experimentaron una
franca recesión, así como hondas dificultades de liquidez y financiamiento externo que abrieron paso a severos
programas de ajuste y devaluaciones. Colombia sorteó con éxito esa crisis regional. De 1981 a 1990 el crecimiento
acumulado de su PIB fue de 43.6%, frente a 12.4% del conjunto de la región. En ese lapso el país no tuvo problemas
serios de liquidez y mantuvo una aceptable captación de recursos del exterior, lo que le permitió contar con reservas
suficientes, mantener firme su moneda y no aceptar condiciones duras en el financiamiento externo.
Sin duda, el narcotráfico explica en gran medida la afluencia de divisas a Colombia. En los años noventa estos flujos
han contribuido al importante superávit en la cuenta de capitales de la balanza de pagos, vía inversión y endeudamiento
de largo plazo; ello ha hecho posible financiar el creciente déficit en cuenta corriente (sobre todo por el saldo comercial
desfavorable) sin alterar el nivel de las reservas internacionales
El déficit en cuenta corriente es más o menos reciente. De 1986 a 1990 se obtuvo un saldo superavitario equivalente a
1.8% del PIB, en promedio anual. En 1991 llegó a casi 8% del producto global, pero a partir de 1992 la situación empezó a
cambiar. En 1993 y 1994 se registró un déficit en cuenta corriente equivalente a 5% del PIB. "Ninguna otra de las
principales economías de la región sufrió un deterioro tan severo en tan corto tiempo." En 1995 y 1996 el déficit creció 32 y
13 por ciento, respectivamente, en lo cual pesó mucho el fuerte incremento de las importaciones.
 4.1 El efecto monetario
 Los crecientes flujos de capitales asociados al narcotráfico se beneficiaron con la apertura económica, ya que con la
eliminación de aranceles y la liberación  de las importaciones, se hizo más fácil importar, y una fuerte cantidad de divisas
provenientes del narcotráfico pudieron ingresar al país, aunque como es obvio, no todos los flujos de cxapitales
provenian del narcotráfico , si ingresaron al país grandes montos provenientes de actividades ilícitas donde acumulando
los factores estructurales, el consecuente aumento de las reservas internacionales incidió de diversas maneras en la
política monetaria y la evolución del tipo de cambio, al punto de obligar a las autoridades colombianas a instrumentar
medidas para controlar el ingreso de divisas.
 En 1990, en el marco de una política antiinflacionaria, con base en la apertura económica y la liberalización de los
mercados, se estableció un mecanismo de devaluación periódica de la moneda a fin de impulsar las exportaciones. Empero,
la creciente entrada de divisas y el incremento de las reservas internacionales presionaron al alza los precios por vía del
aumento de la emisión primaria. Ante ello las autoridades tuvieron que reorientar su política a favor de la apreciación de la
moneda, al tiempo que se buscó controlar los flujos de capital.
 En 1991 el Banco Central adoptó una política de esterilización por medio de operaciones de mercado abierto. Los
certificados de cambio bonos en dólares y redimibles en pesos  fueron los instrumentos más utilizados. Además, el
Ministerio de Hacienda congeló créditos obtenidos por 682 millones de dólares y aplicó impuestos adicionales de 3% a
todas las operaciones cambiarias.
 La estrategia esterilizadora no logró frenar los ingresos externos, ya que las tasas de interés se mantuvieron elevadas y
siguieron atrayendo recursos del exterior. En diciembre de 1991, por ejemplo, dichas tasas ascendieron a 38.5%, casi
nueve puntos porcentuales más que en el primer trimestre del mismo año. "Se llegó a un círculo vicioso: los
diferenciales de las tasas de interés fueron superiores a 30 puntos porcentuales (a favor de los activos internos), lo que
reforzó los flujos de capital."
 Por lo demás, la estrategia de esterilización resultó financieramente onerosa porque la institución rectora pagaba una tasa
de interés sobre sus pasivos mayor que la percibida por la inversión de las reservas. "La pérdida del banco central fue
de 0.8% del PIB en 1991 y alcanzó su máximo nivel (1.2%) en 1993, cuando gran parte de la deuda maduró."
En 1993 las autoridades decidieron sustituir la esterilización por otras medidas. El Banco Central instituyó un encaje de
47% (no remunerado), con un plazo inferior a 18 meses. Como esta medida se consideró insuficiente, en marzo de 1994
el requisito se extendió a créditos con vencimientos inferiores a 36 meses. El requisito de encaje, empero, tenía un gran
número de exenciones que le restaron eficacia.
En ese mismo año la institución central instauró un sistema de banda cambiaria de 14%, aunque se reservó la prerrogativa
de intervenir en ella. Hasta la fecha la tasa de cambio ha tendido a permanecer en el piso de la banda, salvo en ocasión
de la incertidumbre inicial del "efecto tequila" y del escándalo político por el supuesto financiamiento del narcotráfico de
la campaña presidencial de Ernesto Samper (en agosto del mismo año), que presionaron momentáneamente el tipo
de cambio al alza.

EL PROBLEMA DEL NARCOTRÁFICO

La producción, el tráfico y el uso indebido de drogas ha alcanzado una magnitud enorme en todo el mundo. En
Colombia, el problema ha adquirido connotaciones muy particulares, porque es el mayor traficante de hoja de coca,
pasta básica y sobre todo de cocaína.
La ilegalidad de la industria de la droga le imprime un carácter peculiar: el crimen organizado, la violencia y la corrupción
son sus componentes naturales. El narcotráfico ejerce su poder para penetrar en las estructuras de la sociedad civil,
para intervenir en las redes de toma de decisiones y para controlar parte de los territorios nacionales. Y usa la fuerza a
través de grupos paramilitares para desestabilizar los Estados e imponer sus propias leyes y valores, violando los
derechos humanos y poniendo en peligro la permanencia del sistema democrático. Las drogas afectan a la salud de
quienes las consumen, y en particular la de los jóvenes y los niños. Las diversas opciones para combatir la droga se
discuten tanto a nivel de los países involucrados, como en el plano internacional. Bajo el liderazgo de las Naciones
Unidas, se esta configurando una política basada en el principio de responsabilidad compartida, en el respeto a la
soberanía de los Estados, en la eliminación del uso de la fuerza y en la no injerencia en los asuntos internos de los países,
todos objetivos loables pero quizás contradictorios.
La economía de la droga conecta la producción, la comercialización y las finanzas en una intrincada red que hace caso
omiso de las fronteras nacionales, y que se extiende a todos los continentes. El carácter clandestino o subterráneo de
la economía de la droga, dificulta enormemente el análisis de sus efectos en las sociedades envueltas en la producción,
manufactura, tráfico y consumo de estupefacientes.

Colombia sufre desde los años setenta el estigma de ser la principal productora y exportadora de cocaína en el mundo.
Más allá de la multitud de ideas urdidas al respecto, sin embargo, los efectos económicos, políticos y sociales del
narcotráfico en la marcha del país han sido tan enormes como difíciles de evaluar con certeza.
Para algunos especialistas la economía colombiana misma depende ya en cierta medida de los ingresos del
narcotráfico, en especial las cuentas externas. Los carteles de la droga se han fortalecido porque han logrado infiltrarse
en la estructura política del país. Una parte de los cuantiosos ingresos provenientes del narcotráfico, consideran los
estudiosos, se destina a la inversión, genera empleos y contribuye a financiar el creciente déficit externo, mantener la
estabilidad cambiaria y contar con altas reservas monetarias, lo cual explicaría la reciedumbre de Colombia frente a
problemas financieros internacionales. El reciente "efecto tequila", por ejemplo, tuvo pocas repercusiones en el país,
mientras que en otras naciones latinoamericanas obligó a severos ajustes económicos.
Otros analistas, en cambio, aseguran que se ha distorsionado la naturaleza del problema del narcotráfico en Colombia.
Por el grado de desarrollo alcanzado por el país, sostienen, la economía no depende tanto de la droga y subsiste la
capacidad soberana del Estado para combatirla. También desestiman las bondades económicas del fenómeno al
considerar que el desmedido ingreso de narcodólares desequilibra la demanda interna, afecta la producción transable,
altera los precios, genera expectativas sin bases sólidas y suscita, a largo plazo, un caos total.
Mediante el presente trabajo  buscaremos analizar los diferentes aspectos que influyen en la construcción y el desarrollo
de la consolidación del narcotráfico en nuestra sociedad buscando examinar el problema desde el mayor número de
perspectivas posibles.